- publicado 15.03.2019
- por Cuenqueando
Top 5 para este fin de semana en Cuenca
1- Ruta por el Escalerón de la Raya (Uña)
Se trata de una de las ruta senderistas más vistosas y asequibles para el público en la Serranía de Cuenca. Con un paisaje espectacular y comenzando con la visita a la Laguna de Uña se bordea el Rió Júcar para subir al famoso Escalerón. El nombre no es por casualidad, y en este momento es cuando nuestras piernas tienen que demostrar de que están hechas. Pero no os preocupéis, tampoco es para tanto, asusta más al principio que al final.
Desde allí las vistas son impresionantes, pudiendo disfrutar plenamente de la naturaleza y un aire con una calidad excelente. Pero para vistas y paisaje el que nos espera en La Raya, cuyos cortados dan casi vértigo y las fotos son espectaculares.
Un ruta de 9 kilómetros cómoda, vistosa y para todos los públicos. No hace falta que pienses en un plan para el fin de semana porque ya te los estamos dando.
2- Huete monumental
Huete fue un crisol de culturas. Romanos, visigodos, musulmanes, judíos y cristianos habitaron sus parajes y sus calles. Un glorioso pasado que ha dejado una importante huella en su urbanismo y sus gentes y que hace de Huete uno de los pueblos más carismático de la provincia. Aun con ello, su esplendor cultural y monumental no es de esta época, sino a partir del Renacimiento y sobre todo el Barroco. Monasterios e iglesias llenaron sus calles, de las cuales quedan importantes edificios como el Monasterio de la Merced, Santo Domingo, el Colegio de Jesuitas o el Monasterio de Jesús y María. Y una iglesia sobre el resto, Santa Maria de Atienza, la más antigua de la entonces ciudad.
Monumentos y Museos. En Huete hay 6 museos que lo convierten en uno de los espacios con más museos en relación a sus habitantes. Y otro de los emblemas de Huete, sino el que más cariño y devoción le profesan, son sus fiestas de Mayo. San Juan y Santa Quiteria son fiestas de Interés Turístico Regional, ya que sus danzas, tradiciones y loas se mantienen desde hace más de cinco siglos. Huete se merece que lo visites y tú que los conozcas.
3- Belmonte
En la amplia historia de este pueblo destaca por encima de todo un nombre, el de Juan Pacheco, Marqués de Villena. La ascendecia de este importante noble castellano con la villa belmonteña hizo que ésta disfrutara de un importante esplendor cultural y urbano. Dos de sus principales lugares, si no los más importantes, son el Castillo y la Colegiata, sendas obras promocionadas por el Marqués.
El castillo es uno de los mejores conservados en toda España, y sin duda uno de los más visitados. Levantado por Juan Pacheco a finales del siglo XV tuvo un segundo periodo de esplendor en el XIX gracias a Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia y dueña del Castillo, que lo reformó y mantuvo de esta forma buena parte de su estructura. Pero la Colegiata de San Bartolomé tampoco se queda atrás, pudiendo contemplar en su interior el coro con escenas narrativas de madera más antigua de toda la Península Iberica, realizado para la Catedral de Cuenca y llegado a Belmonte en el siglo XVIII.
Tierra de vino y queso, Belmonte es uno de los lugares de la Mancha que nadie debería perderse. Si Don Quijote pasó por allí sería por algo.
4- Uclés
Si os dijéramos que dentro de Cuenca existían en la Edad Media organismos que se manejaban casi como si fueran Estados es probable que muchos os echéis las manos a la cabeza, y si os decimos que Uclés fue capital de uno de esos casi Estados muchos ni siquiera lo creerían. Pero sí, Uclés fue la capital de la Orden de Santiago. Pero no sólo eso, sino que su Castillo fue uno de las más importantes de toda la provincia.
Dominan el paisaje y el pueblo su impresionante Monasterio y su imponente castillo. El castillo, de origen árabe y luego cristiano, fue testigo de la batalla entre Alfonso VI y os almorávides en el año 1108 y la muerte del primogénito del rey y heredero de Castilla. Pero lo que destaca sin lugar a dudas es su Monasterio, conocido como Escorial de la Mancha. Edifico que se construye desde el siglo XVI al XVIII, su interior es un auténtico paseo por los estilos artísticos en España durante ese periodo, destacando su iglesia y el impresionante artesonado del Refectorio, cuyos medallones esconden leyendas e historias dignas de novela.
Uclés es un sitio imprescindible para entender el rico patrimonio y la importante historia que tuvo Cuenca durante la Edad Media.
5- Alarcón
Este pueblo que no parece manchego —a pesar de estar en plena Mancha— es testigo de la Tierra de Reconquista que fue Cuenca durante buena parte de la Edad Media y de un esplendor venido a menos en muchos de esos importantes puntos.
Sus calles y su paisaje están custodiadas por el Castillo del Infante Juan Manuel, que tiempo después perteneció al Marqués de Villena y actualmente es Parador Nacional de Turismo. Un Parador que da vida al pueblo y que mantiene en parte la esencia de esta antigua población. Su paisaje sobrecoge, y pasear por las riberas del río Júcar crea una auténtica sensación de tranquilidad y naturaleza. Pero también podemos ver arte contemporáneo en un pueblo medieval, y no un arte cualquiera, sino uno patrocinado por la propia UNESCO. Una locura hecha arte por parte de Jesús Mateo que en los años 90 pintó todo el interior de la antigua Iglesia de San Juan. 1.500 metros cuadrados de cuadro. Os recomendamos algo de tiempo y que no os duela el cuello para que os alucine esta obra.